miércoles, octubre 22, 2008

ALEGRÍA.... MESURADA

Y sí amigos del blog, la columna que más nos gusta escribir, la que estamos esperando dos veces al año, un triunfo ante el eterno rival, esta vez de visitantes, en lo que fué un clásico mediocre en juego pero emocionante como todos los que nos han tocado vivir. Y hacemos hincapié en esto ya que con el resultado puesto es muy fácil opinar, pero no nos gusta olvidarnos de las sensaciones que nos van recorriendo el cuerpo a medida que pasan los minutos y la ansiedad nos consume, más cuando estamos en ventaja. Y qué podemos agregar al acertado comentario de HORACE? que fue un partido donde alguno de nuestros miedos fueron por suerte archivados en el vestuario antes de salir a la cancha. Y me refiero especialmente a la correcta actuación de Cáceres y Paletta, dos jugadores que han sido víctimas de nuestros comentarios más de una vez y que en esta oportunidad se merecen con creces un aprobado, en su firmeza en la marca y solvencia para despejar se apoyaron las bases de este nuevo triunfo. Un triunfo que deja un dulce sabor ya que desde la época de Bilardo, cuando ganáramos con los goles de Caniggia primero y el nucazo de Guerra después, que nuestro Boca no se alzaba con dos victorias en el mismo año calendario. Una victoria que agranda la brecha de la paternidad, que entierra la precoz e infundada alegría millonaria por apenas un puñado de partidos en los que nos íbamos tristes del gallinero. Pero volviendo al clásico, gran actuación también de Sebastián Battaglia, un grande de la historia xeneize y uno de nuestros preferidos, el parejo andar de Dátolo, aunque siempre alocado, la lucha constante de Viatri que se bancó solo a la defensa plumífera y que convirtió un golazo que él mismo fue a buscar, y un Ischia que esta vez dió tranquilidad desde la línea de cal. Y un aparte para el gran Juan Román, apareció en toda su dimensión en el segundo tiempo, se adueñó del partido y con su aplomo y experiencia manejó los hilos, en dos oportunidades estuvo a punto de ampliar el marcador, ante un flojo River, de lo peor que hemos visto, es increíble que este equipo haya salido campeón hace apenas tres meses, pero claro, le faltan las dos piezas que en su momento hicieron la diferencia, pequeña, pero diferencia al fin que les alcanzó para una vuelta olímpica. En definitiva, un triunfo deseado y buscado, que puso en peligro Ibarra, cual novel e inexperto jugador, será que tiene Alzheimer? Bien Boca, pero a no agrandarnos, River es una sombra, y es nuestro deber imperioso ganar el próximo domingo a los colistas de Central, para que esto se convierta en una levantada y no en una golondrina de esas que no hacen verano. Gracias Boca por esta alegría, de acá a fin de año una amplia sonrisa habitará en nuestros labios !

CYRUS DEL SUR

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